La primera semana de octubre se celebra en Vigo la feria más importante de Europa en transformación de productos del mar. Prosistemas, con una experiencia contrastada en la construcción de suelos para el sector -Jealsa, Frigolouro, Fandicosta, Cabomar, Ybarra o Aldi entre otras firmas-, mostrará los rasgos específicos de las soleras para este tipo de empresas y cómo una mala elección puede afectar a la empresa transformadora.
Un pavimento alimentario es un suelo en pie de guerra. Está sometido al estrés diario de una fábrica de alimentos donde existen vertidos continuos de restos de los procesos diarios de la factoría así como el uso de productos de desinfección de equipos fabriles.
Existen tres claves en la construcción de un pavimento alimentario:
- Morfología: desniveles milimétricamente calculados para dirigir fluidos desde el momento que caen al suelo.
- Red de saneameniento superficial: ingeniería de canales en miniatura.
- Impermeabilidad: en las salas de elaboración se hace necesaria una piel sintética que protege y aísla al hormigón.
Un capítulo aparte dentro del sector de la transformación de productos del mar son los pavimentos destinados a cámaras de frío o congelación. Estos suelos, generalmente con mucho espesor, poseen unas características exclusivas y fundamentales: el aislamiento térmico. El pavimento de las cámaras es plano para facilitar el almacenaje en vertical y está construido con diversas capas que mantienen el frío interior. Entre las capas de hormigón de la base y de la superficie se introducen otras de materiales aislantes como el forjado sanitario o el poliestireno extruido.
Hay que reducir la transferencia de calor entre el interior y el exterior, y este valor se mide en miles de euros ahorrados por la eficiencia energética de una instalación que empieza por el pavimento.